Clemente de Alejandría
        [923](150-215)

 
   
 

           

    

   Su nombre completo de Tito Flavio Clemente (150-215?) parece provenir de una familia distinguida de Atenas, en donde nació el año 150, o tal vez el 159. Por la belleza de su estilo literario y la profundidad de sus argumentaciones, tuvo que estudiar hondamente en Atenas y viajar por diversas partes de Grecia, Siria, Asia, Palestina y Egipto, siempre buscando saber y verdad.
   Fue en Alejandría, a cuya célebre es­cuela asistió para escuchar al filósofo cristiano  Pantaenus, donde tal vez se convirtió al cristianismo y se bautizó. Algún tiempo después se decidió a ordenarse como presbítero. Hacia el año 190 sucedió a Pantaenus como director de la escuela catequística, que se hizo famosa bajo su dirección.
   Adquirió gran prestigio como hombre erudito y social en el ejercicio de la do­cencia. A ella se entregó en la escuela, en compañía de Pantaenus al principio y sucediéndole al frente de ella cuando el maestro murió. Orígenes fue probablemente uno de sus alumnos y seguidores, en aquella escuela conocida como "Didaskaleion" y a la que acudían cristianos, paganos, mujeres distinguidas, extranjeros y jóvenes de la ciudad.
   Además del recuerdo de su actividad religiosa y pastoral, que fue admirable entre los jóvenes y los paganos, se conservan tres de sus obras más perfectas. El "Pedagogo", el "Protréptico" (exclamación), y los "Stromata" (tapices),
   Durante la persecución de los cristianos desencadenada por Séptimo Severo el 202, Clemen­te se trasladó de Alejandría a Cesarea (Mazaca) en Capadocia. Poco se sabe de sus actividades pos­teriores, pues su pista se perdió en aque­llas regiones. Pero siempre dejó en el recuerdo de las personas cultas la bon­dad de su carác­ter, su amor a la filosofía griega como puerta para el cristianismo, la belleza de su estilo, la cordialidad que empleaba en su siste­ma dialogal y benevolente para con todos.
   La mejor fotografía espiritual y moral de Clemente de Alejandría está en "El Pedagogo", obra que es un tratado de educación del cristiano conforme a las directrices del gran pedagogo o educa­dor que es Cristo. Dejando hablar a Cristo en el corazón, se llega a la perfección y a la santidad. Por eso la figura central de toda educación es el mismo Cristo, mo­delo y estímulo de fe, mensajero de una verdad que da la libertad y la salvación.
     Es hermoso el estilo del "Pedagogo", que después imitaría y desarrollaría san Agustín en el "De Magistro",  haciendo a Cristo iluminador de la conciencia inte­rior.

Esquema del libro El Pedagogo
Propiamente son tres libros o partes:

Parte I. Obra educadora del Logos
Valor de la vida virtuosa por encima de la intelectual
Pedagogía es educar niños y los niños son los hijos de Dios
Principio de la educación: el amor no el temor con en la Ley antigua
Dios es bueno y justo. Usa dulzura y castigo, enseña y fortalece.

Parte II. La vida cotidiana
En lo que nos debemos educar
Siempre a la luz de Dios en todo: comida, bebida, música, danza,
recreo, baño, convivencia, etc
No renunciar al mundo y a sus placeres, pero mantenerse por encima de ellos

Parte III. Los rasgos de la vida refinada
Superación de los peligros y sentidos

Conclusión: Himno a Cristo salvador, educador del hombre y de la Iglesia